La Franja

Muero lento debajo de los escombros, en tanto escucho voces tristes, repletas de lágrimas y estómagos vacíos que rugen bogborismos. El terror se siembra y con premura se incrusta en cada paso incierto. Los estruendos relampaguean y esa luz se cuela por las rendijas de las ruinas que pesan sobre mi espalda. Ahora se filtra letal oxígeno, con olor a pólvora. Se desmorona mi esperanza. Aunque no estoy físicamente en esa Franja infernal, cada latido de mi corazón colapsa, cuándo seres humanos hostiles mutilan vidas y quiebran esperanzas. Ivette Rosario Ivette Hernández Más