Reencuentro y espera

Esperando
a que me escribas
se me pasan los días.
No he tenido ganas
de escribirte
mientras no reciba
tu respuesta...
Pero hoy dejaré
que mi mente le dicte
lo que quiera
a mis dedos y
tecleen lo mucho
que te quiero.
Me gustó verte,
esperando por mí...
mi alma se emocionó
y grité...
...TU NOMBRE...
un suspiro escapó,
mi amiga se asustó
y me dí cuenta que
había sido muy obvia.
... Dios!...
¿me habrá escuchado él?
... jajaja...
La piel se me enchinó,
y después te ví
querer desaparecer...
y pensé "a lo mejor esperaba
a alguien que no fuera yo"...
Después de las horas
caí en lo cierto estabas afuera por mí...
lo supe cuando al verme
quisiste huir
y cuando después te metías
en cada círculo de amigos
al que yo entraba...
Y ya a la despedida
me dijiste:
...Te acompaño...
me tomó por sorpresa...
No sé porque
a veces el orgullo
se mete donde no lo llaman,
no solo lo digo por vos,
también por mí...
estuviste varias veces a mi lado
y no me hablaste,
ni yo a vos,
hablábamos a los demás...
jajajaja
Qué barbaridad...
qué cobardía...
la tuya y la mía....
Sin embargo,
debo confesarte que
al sentirte tan cerca
me sentí tranquila...
solo con sentirte cerca
fue suficiente...
tal vez por eso
no fueron necesarias
las palabras...
Ya casi al terminar
la delicia de tenerte a la par
vino el postre:
volver a verte reir,
con el chiste del ajedrez,
¿sabés o no sabés?
...Jajajaja...
las carcajadas estallaron
y tus ojos se iluminaron,
los míos lo hicieron
cuando te contemplaron...
Por primera vez en la noche...
te ví reir como antes...
Qué bello fue
volver a encontrarte...