Estoy aquí lejo mirando como huyen esas paredes,
A la media noche ya no hay paso ni rostros,
Donde pueden renunciar a traicionar el amor,
Cuando estas palabras se vayan sin decir.
Lo que antes no fue dicho.
Estaba yo allí, olvidado y distante,
miraba ese sitio donde a veces puedo oír,
Y acaso les puedo preguntar:
Quién extrañará mis manos,
Quién hospedará mi muerte,
Ustedes que practican el método del verso.
Que no temen ni al tiempo ni a los hombres,
Que se inventan acompañantes con los dones,
Qué inútiles los viajes, sin compañeros.
Qué estúpido alejarse, del error.
Qué agónico este extraño pensamiento de borrar,
Todos seguimos durmiendo en las literas sucias,
Tú arriba y yo abajo. Eternamente.
Que malo es tener ansiedad mas dócil es hacer un verso,
Y no poder decir nada que te usa tu nombre.
Usando los espacios negativos.
Estoy en ayuno y la soberbia de los amores.
Mira que tratamos de alejarnos
Hasta el punto de ensayar y volvernos enemigos.
Copyright © 2009 Ramiro Álvarez C 12-2-09