Para escribir un poema de amor,
tengo alas en el corazón,
es imposible volar
tan sólo con la imaginación.
Cuando llega el amor,
nacen tales alas,
que ni el vuelo del fénix describiría
la libertad del alma
al sentirse enamorada.
Cuando quiero escribirle al amor,
sólo con recordar tengo,
cuán ligera y suave se siente
la brisa que nos acaricia,
cual cientos de ángeles en etéreo vuelo.
Para escribirle al amor,
reclamo conciencia a la inspiración,
porque es cuestión de dos:
de su vida y conjuro de abrazos y besos
que den impulso a esas alas
y que lleguen lejos,
ó dejarlas que bajen y trunquen su vuelo.