La paradoja de extrañarte

Cada mañana al despertar, me ahogo en un mar de humo para disipar tu recuerdo,

cada vez que aseguro el haberte olvidado, llegas de nuevo en mis sueños

invadiendo mi mente y corazón, pareciese una paradoja, ya que cada vez que existes dejas de existir en instantes, eres recuerdo y olvido al mismo tiempo, un ciclo infinito de emociones y una lucha constante en mi interior por no extrañarte,

 a veces quemas y dueles, a veces curas y alivias, pero cual sea el caso siempre es bueno verte, aunque sea solo en sueños, siempre es bueno saber de ti

o al menos creer saber de ti, siempre es bueno escucharte y quedarme con el bello tono de tus labios en el oído y el dulce aroma de tu cabello en la nariz, traerlos de los sueños al mundo consciente para así extrañarte menos,

por ahora seguiré navegando en el denso mar de humo esperando encontrarte en mis sueños una vez más hasta que ya no vuelvas más a ellos.