La prisión eterna de nuestro corazón

Vivimos en la prisión de nuestro corazón,

nos hicimos dueños de nuestra pasión

y sin darnos cuenta solo asesinábamos nuestro amor.

Quisimos ser más fuertes que la razón,

nos creamos un mundo de ficción

y en la agonía de nuestro amor yo luché, tu luchaste,

pero jamás luchamos al mismo tiempo los dos.

Nos sepamos, nos juntamos,

volvimos a repetir los errores más de una vez;

nuestros corazones se rehusaban a alejarse,

mientras que nuestras vidas ya ardían en el fuego del pleito sofocante.

Quisimos ser más fuertes que la razón,

sin darnos cuenta que lentamente

asesinábamos nuestro amor;

fuimos fuego en un mar donde las olas ahogaban la pasión

y sin embargo, jamás extinguió la llama de nuestro corazón……

Nos separamos una noche en la que tu amor a mi vida volvió,

pero nos separamos esa noche

al darme cuenta que nuestro amor

aún vivía en la prisión eterna de nuestro corazón.

Oscar Torres Luján