La receta del soneto

Para escribir un hermoso soneto,
sólo se requiere papel y pluma;
un idealista que con su alma
en él desborde, mente, corazón y sentimiento.
Puro el poema, nace de cotidianas
y de sencillas cosas de la vida.
De emociones y eventos naturales
o de percepciones a veces milagrosas.
Se cuidan consonantes o átonas rimas.
Los versos se escriben si se sienten,
contando las silabas cuidadosamente.
De catorce versos son los sonetos.
Ocho de ellos, forman dos cuartetos,
impactante el último de los dos tercetos.