Hambre de ti

¿Como esperar que un susurro de tu piel acaricie mi alma?
Si con tigo partieron todos mis más añorados anhelos, con tigo se esfumo toda gota de felicidad, solo me quedan los recuerdos de momentos tan hermosos que partieron al nirvana, encadenados a un adiós que yo mismo forje… ¿Por qué fui tan estúpido? ¿Por qué deje que de mi te fueras? Tan solo por poner a prueba las promesa que un día me hiciste
“cambiare te lo prometo” palabras tan lindas en aquel momento
Palabras tan cortantes en este instante, que desmoronan mi mente, que trituran mi garganta haciendo añicos la poca conciencia que queda aun en mi mente…
Te marchaste y con tigo se esfumaron mis ganas de vivir, me dejaste sumergido en mi propia soledad, en tu ausencia, ¡cuanta falta me haces! Creí que te dejaría de amar, creí que poco a poco tu recuerdo se esfumaría como tus besos, tus caricias. Mis labios se aferran a la vaga presencia de tus labios, y al recordar que todo fue mi culpa, la ansiedad de verte crea en mi rostro caminos forjados con plata, que conectan por miles de veces mis ojos con mi bocas y esperan tontamente que tu saliva termine de surcar antojos que aferraste a mi.
Y en el aislamiento de mi cuarto aun espero verte llegar y tocar a mi puerta, y luego verte cocinar trozos de amor para mi alma, condimentados con la suavidad de tus manos. ¡Ya no se que hacer! Ahora si, la falta de tu ser doblega mi respiración, ¿Cuántas veces mas tendré que llorar? ¿Cuantas veces más tendré que despertar de mis sueños? En los cuales tú me buscas y me tocas, y al tocarme me retornas a la vida.
¿Qué me has hecho? ¿Por qué no puedo dejar de amarte?
No comprendo aun por que te extraño tanto, talvez por que se que eres la estrella inalcanzable que todos anhelan tener, talvez por que tus rebeldías alimentan mi alma con la alegría de la inmadurez, talvez por tus caprichos que me gustaba tanto complacerlos, no lo se, mas sin embargo no puedo negar que me haces tanta falta.
¡Jure miles de veces que ya no lloraría! Mas siempre que huyo a mi propia realidad termino cayendo en lo mas profundo de mis emociones, y un recuerdo más, toca la supuesta barrera impenetrable de mi ser, y en un suspiro nacen destinadas a morir palabras que siempre repetiré, pero que talvez nunca volverás a escuchar.
Y sin pensarlo en un segundo… he vuelto a llorar
Atten. Hermes
(Soy Hermes, me domestique al comer mis alas)