No se rinde mis sentidos a quererte,
fieramente palpitan con obsesión.
En pálpito resuena un corazón
que ama, reclama y se niega perderte.
Con recuerdo no pretendo lacerarte,
este gesto es la última intención
valiendose de brizna de ilusión,
que en el crepúsculo intenta verte.
Mis ojos crédulos miran el horizonte,
el amor afila su frase inteligente.
Sobre inclinada hoja hay gota
de rocío, con celo espera tus labios,
cristal en soledad aguarda sin resabio, a pesar que el tiempo se agota.
Autor: Alcibíades Noceda Medina