Poetisa de mi libro olvidado

Me halaga y más, me honra que haya
leído estos versos míos del otro foro,
que de tu atrayente figura por mi laya
inocentemente, me apodero con decoro.
La que eres para mí rescaté de tu poema
y gracia al Creador llamé tu atención,
pues eres la misma poetisa cual diadema
en tu propia poesía estás hecha canción.
En que naranjal estará cautivando esa
divina flor que se llamada azahar,
cuán cerca podría llegar con sorpresa,
y tu cautivante aroma pueda inhalar.
Si mi osadía molesta; de mi humilde
poema sacando te podría devolver.
Poetisa divina de atrevido no me tilde,
yo solo en persona te quiero conocer.
Siento alegría, sabiendo que tus lindos
ojos por mis versos sueltos se pasean.
Tus largas piernas y tus exuberantes senos,
mis ojos distraídos, en tu imagen merodean.
Adió princesa de mi libro olvidado
que en tu presencia revivo el viejo cuento.
lance al viento los pétalos marchitado
al despertarse mi dormido sentimiento.
El señor de los fierros
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