Tus labios me incitan a brutal pecado
Tus Ojos tan claros, que me hacen soñar
Tu cuerpo banquete que yo he disfrutado
Tus senos perfectos, mi fuente de amar.
Y si estoy muy solo, desnuda te evoco
Y sí eres un sueño, que nunca tendré
Con toda firmeza y muy poco a poco
En mil realidades, yo te transformé.
Sonrisa de niña, tu trato es perfecto,
Eres inocencia que en cruel señorío
Sin que lo desearas se vuelve defecto
Tu dulce carácter que yo ya hice mío.
Miradas muy limpias, palabra que amable,
Muestran de Luís Mario, la esencia orgullosa
Tu piel blanca y pura, te hace más deseable
De Andrés el orgullo, muestra portentosa.
En mil fantasías, yo sueño al mirarte,
Del norte supremo, el más dulce fruto,
Sentir que te como y que puedo amarte
¡Qué por ti del cielo, por fin ya disfruto!
Poza Rica, Ver., 8 de Septiembre de 2010
Con profundo respeto
Antonio Reyes Morgado.
ESTE POEMA NO DE MI AUTORÍA, SURGIÓ DE LA INSPIRACIÓN DE MI HIJO ANTONIO REYES MOGADO, PARA SU SEÑORA AMANTE, VIANEY
Mi hijo dedicó este poema, a su guapa señora