LA VEJEZ

Por coronel Héctor José Corredor Cuervo

Es la vejez un lirio perfumado

que siente desmayarse día a día

entre gratos recuerdos del pasado

y nuevas ilusiones  de alegría.

Es un cautivo beso enamorado

que se queda entre rejas de la vida

con aromas de  sueños impregnado

y añoranzas de  gloria prometida

Es copa de cristal donde se liban

los tragos del amor con ardentía,

donde penurias y dolor se olvidan

si se anhela  que nunca este vacía.

Es cofre del saber y de experiencia

que  guarda los principios y valores

los que sirven de guía en la existencia

 a todos los que sean seguidores.

La vejez para los triunfantes seres,

que  sembraron semillas de esperanza,

es tiempo para el goce de placeres

al recoger los frutos en labranza.

A la vejez  jamás hay que temerle

si se transita en un recto camino,

si  se avanza con Dios para ofrecerle

cariño y caridad al peregrino.