Una idea normal

Ya de tanto esperarte poco a poco me dejas
de aquella vaga angustia sólo un recuerdo leve
cuando tu amor clamaba sufriente entre las rejas
que teñían mis horas de amor extraño y breve.
Ya de tanto olvidarme deshaces poco a poco
aquel suspiro inquieto que en mí te respiraba:
tú me hacías buscarte con la furia de un loco
yo embriagado en espasmos de tu cuerpo abrevaba.
Hoy llenaste la aurora de inquietudes lejanas
y en contra del recuerdo ya no pensaba en ti:
no te soñé en mis brazos como aquellas mañanas
en que ingenuo anhelaba que pensaras en mí.
A fuer de la distancia que nos cubre de olvido
solitario cincelo la voz de este final:
Siento extraños recuerdos de un amor extinguido
mezclado en la costumbre de una idea normal.