He llegado hasta la estación del tren, en su banco de espera estoy,
se me vienen a la memoria, dichas e infortunios,
dulces y dolorosos recuerdos uno a uno.
Me he subido en su último vagon, allí despojaré mi alma de su hermético armazón,
para llorar mis ilusiones perdidas, sueños inconclusos, de todos esos azares que nos da la vida.
En este último vagon dejo todo,
una dulce y triste mirada al pasado, dejo muchas luces que iluminaron mi camino paso a paso,
dejo miradas de amor y de dolor,
dejo mis rosas con espinas deshojadas.
Aquí estoy por un momento más,
dejo mis manos pintadas en tus paredes,
viejo vagon, para dejarte huella de mi vida,
de mi pasado quedaron expuestas las recónditas venas de mi alma,
me recordarás siempre en cada estación,
porque en este vagon dejé mi corazón.
Iré hacia adelante, no puedo mirar atrás,
el amor está en la espera de su destino final y allí viajaré en su momento,
no pensaré en este viejo vagon que fué de la estación y mi pasado,
EL ULTIMO VAGON DEL TREN.
YOLITA