En la calle en madrugada,
con la brújula de mis pecados,
y el semáforo de tu mirada,
voy sepultando los pasados.
Esa bahía que es tu cuerpo,
porque no me brindas piedad,
y en esas aguas me duermo,
despertando en libertad.
Hoy ya no puedo elegir,
navegando en primavera,
es la forma de vivir,
y será siempre mi bandera.
Te has metido en mi memoria,
esa que en el día arde,
para construir mi historia,
antes que sea muy tarde.
Empápame en tus venas,
aunque no tengas motivo,
y pueda alajar las penas ,
para así sentirme vivo.