En las profundas aguas del mar existen tus lágrimas escondidas diluídas entre la sal confundidas entre la brisa. Y si un día escuchas al viento silbar junto al cálido canto de una sirena, entre corales del azulverde mar, allí encontrarás tu sonrisa. No te confundas más, no dejes que la marea suba; siente a la felicidad, cómo fluye por tus venas. Piensa que si se puede vivir con la sal en las mejillas, también se puede vivir con la ilusión dibujada en las pupilas. No esperes más, siente cómo vibra la vida; así quiero que vivas tú, sintiendo en tus ojos la sal, sintiendo en tu alma que estás viva.