Códice imborrable

Atrás y adelante
nos persiguen los años
que han pasado y los que pueden pasar,
allá en los tiempos
que no existen,
espejos de tierra que se entierran a sí mismo,
allá, lejos, en el pasado y en el futuro
donde las flores se despojan de sus corolas infinitas,
pero acá donde nos necesitamos
nada nos falta,
ni el dinero ni el poder,
ni el vestido caro,
ni los autos deportivos,
nada nos falta porque nos tenemos
el uno al otro,
somos dos grandes olas
emergiendo de nosotros mismos
como dos colinas que buscan el cielo
en la boca. Tenemos la tierra para vivir
y para morir,
para sembrar el amor
como una rosa
que se desborda en tu pecho de rosal florido,
tenemos el mar,
lo tengo en tus ojos,
en tu pecho, en tu piel que busca la orilla
de mis pies para empaparme
del misterio.
Nada nos falta porque no nos faltamos a nosotros,
nos tenemos
como si fuéramos de un árbol
los frutos maduros,
somos el campo
donde trinan las aves,
donde la naturaleza se deshinibe de todo y de todos
donde la tranquilidad de la hierba nos contagia
la boca para besarnos
para acariciarnos
para conocernos día y noche
nos tenemos
somos la blanca tierra de la playa
el sueño de la arena
buscando el universo
el mar
el rumbo de las gaviotas
somos
los lejanos
el horizonte inexplorado
por el viento
nos tenemos
y nada nos falta
tengo tu boca y tú tienes la mía
para soñar nuevos mundos
llenos de besos sempiternos
que se cuelgan de la luna de nuestros instintos
de nuestras pasiones de nuestro amor
que es el más puro amor
porque
lo hemos cuidado
como se cuida a un bebé
a una planta a una estrella
y lo hemos arado como a la tierra
para
sembrar en nuestros corazones alegrías
que no nos puede dar el dinero
ni nada ni nadie
tengo tus ojos y tú tienes los míos
para mirarnos como espejos
como arroyos de aguas cristalinas
para ver y entender
lo que las palabras no pueden decir
tus ojos
para
fructificar la noche y sus racimos de anhelos
de astros y sueños que nacen de una cometa
que se estrella en mi frente
tus ojos
para todos los días
para las malas pasadas
y los días sin sol
para reconocerme cuando estoy perdido
y para todo para amarte de los ojos al universo y al infinito de las palabras que nos crean
cuando nos amamos
cuando se escribe nuestra historia
en un abrazo en una caricia
en un desdén
en un beso
nuestra historia sin tiempo
sólo presente que no pasa
que vive en nuestra piel
como un códice imborrable
de
amor...nosfaltamuchoporhaceramor...