CERCANA ALMA GEMELA

Cómo te definiría querida estela que me das luz.
Cómo podría hacer entender al mundo tu valor.
Como flujo de sangre que renueva la vida
te sacaría todo lo malo que te llena de dolor.
Te conocí cuando el mundo formaba su historia,
en aquellos tiempos remotos eras candor
y al contrario del hoy que es tu presente
eras feliz como mariposa libando en flor.
Eras corazón cándido, ingenuo, puro, veraz,
ahora está triste, desgarrado, lacerado.
Eras feliz, dichosa, radiante, venturosa,
ahora estás desconsolada, pesarosa y falta de amor.
Cuánto me duele diva del canto del eterno manantial,
cuando el torrente de tus ojos mojan tus mejillas,
necesito enjugar esas perlas que recorren tu rostro
para que sepas que a tu lado siempre estaré yo.
En tu mohína existencia veo tal fuerza que me asusta.
Es un desgarramiento por tu valor tan colosal.
Me intimida verte alzar un vuelo tan elevado
que en vez de voluntad te llenará de opresión.
No solo quiero por nepotismo estar cerca de ti.
No es solo amiguismo, sino verdadera admiración.
Mi compunción es mucho más que tristeza
al no verme incumbido en mi exhortación.
¡Mi ángel de la guarda!. Libérate de las cadenas.
Quiebra y despedaza los eslabones de cautividad.
Vuelve a nacer y sé la flor temprana que exalta
Enfatizando que tienes tu propia identidad.
Sé que no conseguiré convencerte y navegarás en el vació,
y cuanta más ignominia pesa en ti, mayor es tu dulzor,
pero azúcar con sal de lágrimas es un fuerte veneno
que arrasará todo lo que en ti tenga algo de valor.
Tu dolor es mi dolor como sé que el mío es tu dolor,
y cuando hemos encontrado las llaves del averno
ninguno sabemos como hacer ceder el tormento
cuando simplemente cerrando la puerta se acabó la desolación.
Ven a mis brazos y déjame que te arrope
como tú mi desconsuelo siempre has mitigado.
Ven y déjame que te tome y apriete las manos
Porque en ese afecto quedamos hermanados.
Ven y déjame que te cubra de besos
y te suplico escuches mi voz implorante
encuentra en mí esa cohesión de alma gemela
que sabes existe como una bella unción.
Estrella de mi noche,
alba de aroma ungida,
siempre me has cuidado a mí,
ahora es mi alma quien te cuida.