Canta un vuelo de pájaros de rosa,
Estribillos de sueño y de tristeza.
Mi corazón camina, sollozando,
por un sendero pálido y divino.
Explicando, mi espíritu oprimido,
calmar por fin un viajero perdido.
No sé de la melodía fugada,
Que evoca los delirios,
De zarpar en la tormenta,
dejando la sensatez a la deriva.
Sé lo que es el insomnio.
Dejar las sábanas para buscarte.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
De todo lo que nunca se olvida.
No he perdido totalmente la inocencia,
Aun conservo la infancia de tus labios.
Las ramas secas del abecedario,
Sigo besándote las manos en los sueños.
Copyright © 2010 - Ramiro Álvarez Cedeño.
Saludos primo, muy bonito este poema y muy real... la falta de presencia no significa ausencia... asi habemos muchos besando las manos de la amada en los sue~os... o hasta en libres pensamientos durante el dia mientras estas solo...o durante una conversacion grupal aburrida... o hasta en horas de laborar jeje Mucho exito primo y muchas gracias por tu comentario (escrito de motivacion) que me has dejado en mi cuento corto "El Naufrago" Saludos desde Puerto Rico! Victor E. Alonso Alvarez