A mi espíritu inmortal
Me creo no ser nadie, no valer nada
me miro al espejo y me aterra el reflejo
que pasados los años las huellas hondos
zurcos han ido dejando en mi, en mis ojos
mis ojos que eran dos fulgurantes luceros
la tersura de mi piel ahora toda rugosa
mi nariz..; me decían "chatita" y ahora...
es una gran pelota que no va con mi cara
mis labios carnosos, besables, acariciables,
tienen miles de arrugas, de pliegues y,
ya no están nada carnosos, nada besables
todo mi exterior es una ruina o así lo parece
me alienta sentir que tengo alma de niña
y que tengo plena conciencia de que,
mi cuero se ha arrugado, se ha envejecido
todo lo externo, pero mi espíritu sigue
creyéndose joven y se sabe inmortal!
Lara Elra Cira
Y a esto le llaman
¿Otoño...? pero si
es el ¡frío invierno...!