Las palabras no hacen el amor

Hace mucho tiempo, que no te digo ninguna palabra de amor

No natos en mi alma y en mis manos, permanecen los cariños

Pregunto a mi memoria por qué, poco a poco decae mi ánimo

Aun cuando siento todavía, quererte de algún modo

No encuentro razones suficientes, para envolver mi respuesta

para esta conspiración de afectos, rechazante de besos y abrazos.

No existe más en mí, la nostalgia por tu presencia

Ausentes de lazos mis palabras, son frías cuando te nombro

Dices que me quieres ¡Siempre me quieres!

Desafortunadamente me tratas con indiferencia extrema

O si te enojas, dices que apenas me soportas ¡Odias!

Y eso me duele, me lastima y me vuelvo uno con el silencio

Y la herida se hace grande, me cuece, me lapida ¡Me mata!

Descubro que estoy muerto, aun cuando sonría

Mis heridas se han vuelto desgarraduras 

En cada cosa que escribo y pienso

Uso lenguaje con lesiones de sangre y muerte

Hay una asuidez constante de soledad ¡Llameante!

No me piensas, no me necesitas, no me invocas.

Mis pensamientos enredados desaparecen uno a uno

Imágenes felices de nuestros instantes juntos

Corrientes que se velan y caen en silencio profundo

Ya no te llamo y de poco en poco se me borra hasta tu nombre

No me pides ni me requieres y yo tampoco te pido ni te exijo

¿Dónde quedó la fogata de amor que encendimos un día?

¿Dónde las noches de pasión, las ilusiones, las miradas lánguidas?

¿Dónde los juramentos y ese callar objetivo y racional?

Nos enamoramos, con la idea fija de ser uno para otro ¡Siempre!

Hasta que la muerte nos separe, dijimos… ¿Recuerdas?

Pero nos hemos quedado vacíos, de soledad y vida… ¡Vacíos!

Tu mirada ya no busca la mía ¡Ni yo la tuya!

Nos hemos apartado tanto que, si uno muere ¡El otro no se duele!

No sentimos como amenaza la muerte ni lanzamos injurias a ella

Ninguno llorará por el otro ni sentirá piedad… ¡Eso es absurdo!

¿Qué hicimos para arrastrar nuestras vidas al precipicio?

¡Que idiotez! ¡Que desamparo!... Que mezquindad hemos labrado

¡Los hechos, los eventos, son infinitamente terribles!

Aun cuando te esperaba llegar y tocar a mi puerta ¡Jamás pasó!

Y lo peor es que, tampoco hice nada ¡Para tocar la tuya!

No hay ningún sustento para llevar esta muerte en vida

Me ahogo en este vértigo… ¡Que a la nada nos conduce!