Sabana enamorada
¿Por qué lloras su olvido?
¿Dejaste de observar el mastranto,
Del llano de mi amorío?
Sabana de mi quimera,
No dejes que las lágrimas del hastío
Borren la dulce sonrisa
De quien canta con ensueño infinito
Sabana de mi desvarío,
Fuiste testigo primorosa,
De aquella dulce pasión,
De ilusión embriagadora.
Sabana de mi ensueño,
Le diste rienda al estero,
al dulce trinar de los pájaros,
Con el vaivén del molino.
Sabana de mi esperanza,
Dejaste en su mirada,
La esencia de tu paciencia,
Galopar en su ternura.
Oh, Sabana de mis querencias
En su abrazos, en sus caricias,
Desenfrenaste las riendas,
De sus picaras marrullerías
Cantando estaban los ruiseñores,
Encontraron saltando, la paraulata ojona,
siendo testigos, sabana de mis amores
de aquel que se fue, sin dejar razones.
¿Cuándo volverás, sabana enamorada,
A darle rienda al amor,
En aquella hermosa morada.