Es tarde en la inmensidad variada de este océano tranquilo.
No estás, porque no brillan presencias en el estupor de esta noche, sin encantos..ni pasatiempos.
Ya ves, cuando mi poesía empieza, tu figura se encamina, lenta y perezosa, por ese confín infinito que este mar me devuelve.
Es tarde, y mis ojos caen, profundos en el derroche pacìfico del rumor de este ocèano, perpetuo y vanidoso, y sigo sin entender como es posible que solo me encuentre en la inmensidad variada de este oceano tranquilo...pensando en tí, para que el tiempo no me hable de pasados.