Recostado en la hierba especulaba
sobre las pasadas alegrías breves
que no voltearon siquiera su dulce cara;
En esas antorchas de amor tierno
que se cebaron en mi pecho
y pensando en todo eso me sentí menos feliz
como los días en que la lluvia avanza sin contemplaciones
para lograr bañar al alma con sus frustraciones.
¿Cómo tendremos el corazón pecho mío?
Con más de mil dardos lo siento;
Si, lo siento atravesado
en medio de un mundo sin esperanza.
Hoy estoy tan triste como una puesta de sol,
como el escaso resplandor que viene a ver
el dolor vehemente que no puede cernir.
Por todo mi mundo el llanto suena
las flores se reprimen con su color de sombra,
de mis manos se derraman indescriptibles momentos;
Cadáver en verdad me siento
y no sé qué será de mí
que traspasado el corazón de penas tengo y llevo