Gitano que me embrujaste,
con tu dulce voz divina,
que te clavaste en mi alma
como espina suave que penetró
en mi vida.
¡Ay! Mi gitano de mi alma,
ya desperté de este sueño
tan largo,
de este letargo en el que yo estaba
perdida.
Tu falsedad y mentira,
poco a poco me consumían,
y yo dentro de mi corazón,
casi no me lo creía.
Gitano de mis amores,
contigo fuí muy feliz
algunos días de mi vida,
pero, con la llegada de la otra,
se arruinó mi vida
y me consumí en una profunda
melancolía.
Los suspiros de mi alma,
con lágrimas de sangre salían,
y llegué a querer morir
al saber que tú, a mi me mentías.
Me hechizaste con tu amor,
cuando yo más te quería,
y cuando contemplé ante mi tu traición,
La noche de mis ojos,
se convirtieron en día
y observe con claridad
tu falsa hipocresía.
Triste y errante tu voz
clemencia,
me pedía,
pero fué tan cruel el dolor,
que en mis venas mi sangre
hervía,
y el amor de mi corazón,
en hielo se convertía.
Gitano que me hechizaste,
con tu amor de fantasía,
sólo te quiero decir,
que te deseo lo mejor
en tu vida,
pero que jamás
encontrarás una mujer,
que como yo,
por ti diera la vida.
Gitano del alma mía,
enseñaste a mi corazón
a ser fuerte día tras día,
a ser desconfiado
y a cubrirse con la ira.
Te agradezco con amor
que me hayas enseñado,
que el cariño y el amor,
tambien pueden ser disfrazados. Loly Carmona