Mis frutos....

Cuando mis frutos veas en el suelo
tirados a su suerte, en el camino,
pisoteados, heridos, sin consuelo,
no los levantes, ha sido su destino.
Nacieron del esfuerzo, sin flagelos,
engendrados con un amor divino,
hermosos como son el mar, el cielo,
con sabor agridulce, como el vino.
Cuando veas mis frutos moribundos
entre hojas y piedras escondidos,
déjalos en la inopia, vagabundos.
Ahora están ya podridos, nauseabundos,
víctima de todos los olvidos,
desprendidos del árbol más fecundo.