Cabeza en bandeja de plata

Dolor inmediato, furia al rato, decepción en la noche, mañana de reproche. Pensamientos que divagan entre mi pasado y mi presente, todavía queda latente, el amor que compartimos, más sin embargo en ti mismo, debe quedar la culpa, el sabor de Lo amargo, como en varios años, tú error te perseguía, to mirándolo de lejos, llegué hasta ver Su reflejo, tocarlo y saludarlo, pero nunca ponerlo en contra tuya, porque sea como sea, era responsabilidad suya. Ahora me encuentro un río, el río que pase contigo, navegamos juntos. Estas en la orilla, porque no me ayudas? Se te dañan las unas? Porque no remas conmigo? Tengo un nuevo amigo! Lamento escucharlo! Podías seguir tú camino, pero no era suficiente, te afilaste los dientes, arremetiste contra el indefenso, no pediste consentimiento, lastimaste la familia, sin pena ni cosquilla, preparaste la bandeja, de plata de la más fina, abriste la voz letrina, como habrían dicho mi abuelo o abuela. Con voz de santo y justiciero, quién no quiere segundo Si no primero. Tuviste Lo que te tocó, porque así Lo decidiste, quién eres para decidir por mi? Nadie! Cucaracha rastrera, Aja, me río de la insolencia, de todo, más pido paciencia, porque aunque yo no tenga llanto, velo por alguien que tiene tanto, que haría en la tierra un manto. Dedico tiempo para ti, pero no se Porque, Si nunca me diste nada a mi, o fue tan insignificante que no me acuerdo. Sea como sea, divierte o sufre, no me interesa, gracias por dejarte ver, que estas hecho de madera de cobardes.