He llegado para dar ritmo,
para hacer algo distinto,
para ser de ustedes
el catalizador que mira
por un mejor mundo.
En esta historia
que por aquí cuenta
quien de esto sabe
un poquito,
el poeta se viste
de traje de domingo,
se pone al frente
de una banda de músicos
y ya maestro
con mucho arte y oficio
comienza su faena
al son de los intrumentos
que hacen tocar los músicos.
Todo es algo,
todo es distinto,
todo es poesía
y todo colorido.
Con estos condicionantes
me despido
hasta mañana
en que volveré con otro motivo,
a poner remedio
a los muchos ruidos
que se oyen de continuo
para cuando pasa un coche
tocando un pito.