LLEGAR HASTA LOS CONFINES DEL MUNDO

Frío consumado y silencio impenetrable,

no se alcanza el último tren,

todavía otro se marcha...

No sé qué esconde el horizonte,

tras las líneas férreas,

qué hay más allá,

tras los criterios de herrumbre.

Nunca físicamente salí a conocer el mundo.

Me siento como una columna anclada

siempre en el mismo suelo,

como una célula monótona que

antes de la transformación siempre

sigue los mismos ritos,

los mismos movimientos,

pues a eso se supone que estaba destinada.

Pequeño mundo,

que te conozco de referencias,

pequeño pero lejano mundo,

que entras por el ojo de la pantalla,

pero eres intangible como una olímpica ilusión.

Quiero retenerte en la memoria,

entender tus orígenes,

añorar tus instintos de supremacía.

Quiero conocerte in situ,

quiero conocer cada estado, cada lugar

para guardarlo en mi memoria y llevar su recuerdo

siempre en vida.

Sí, quiero conocer las gentes y sus costumbres,

al ser humano que nos transmite sus variopintas tradiciones,

al ser humano que transita y sus monumentos,

cada ciudad, sus plazas, los bosques, las esquinas,

sus ríos, los mares y sentir las noches y los amaneceres,

allí donde esté en cualquier parte,

para guardarlo en mi memoria y llevar su recuerdo

siempre en vida.

Quiero conocer tu profunda historia

(reparando en sus matices),

contemplar tus numerosos mausoleos

(sin adoración pero con tremenda deferencia).

Aportar un grano de confianza

al ciudadano que vive y/o se desvive.

Dejar que mi sensibilidad se desarrolle,

 y construir una nostalgia con imágenes

inolvidables e indestructibles.

Servir a la patria del desatendido...

Necesito aportar la experiencia de mis

reflexiones,

y adquirir el peso que la fama otorga,

su influencia para que comprendan que mis

palabras beneficiarían sin duda,

para inaugurar una nueva mentalidad que sirva

para progresar en la confianza del hombre

consigo mismo.

Seremos grandes si nos lo proponemos.

Debo conocer el mundo en vivo,

frente a frente, con ojos los sanos,

profundamente abiertos,

desvelar sus secretos,

arrancárselos a la madre Tierra.

Vivir esas maravillas (y sus heridas),

gozar de su poder, en mi interior.

 

Quiero comprender la cultura, la información del todo,

con una mujer por compañera,

que sea capaz de sentir lo mismo que yo

(difícil tarea).

Quiero penetrar el horizonte,

más allá de las vías férreas, y al fin

embriagarme de las imágenes in situ.