Antídotos.

Tus besos son el antídoto de mi enfermedad cautiva
el remedio eficaz de varias noches desoladas,
el mágico instrumento que cura mis heridas
cuando solo me detengo a pensar en tu mirada.
Tus besos reconfortan el pesar de mis momentos
cuando busco sueños que silentes he perdido,
me dejan la fragancia de un perfume de silencios
voraces apetencias que mi boca ha sentido.
Tus besos me influyen ciertas y raras sensaciones
la pasión de un segmento cargado en trigonometrías,
difíciles problemas que complican sus soluciones
arbritando constantes y ambiguas pasantías.
Tus besos son el don que al costado del camino
me devuelven la calma y aflora mis diatribas,
tus besos me recuerdan al cielo que el destino
me puso en tus senderos cuando mis versos partían.