LLORA MI CORAZÓN HIJO MÍO

¿Cómo olvidar tu sonrisa, mi niño,

luz que iluminaba mis días grises?

En el jardín de mi corazón, un guiño,

tu risa, flor que el tiempo no desdice.

En cada amanecer, en cada ocaso,

tu risa, eco dulce que persiste,

se cuela en mis sueños, sin ningún paso,

dibujando tu rostro que no existe.

Era como un rayo de sol en invierno,

un susurro de amor en la tormenta,

tu sonrisa, un rincón tierno,

que mi alma ahora lamenta.

¿Cómo olvidar la luz de tu mirada,

el brillo en tus ojos, cielo sereno?

Tu risa, melodía inmaculada,

me envuelve en un recuerdo pleno.

Cada rincón de esta casa vacía,

guarda un eco de tu alegría.

Tu risa, un canto en la lejanía,

que en mi memoria aún brilla y guía.

Aunque el tiempo transcurra implacable,

y la vida avance con su pesar,

tu risa será siempre inabarcable,

un faro que no deja de brillar.

Hijo mío, en cada rayo de sol,

en cada estrella que alumbra el cielo,

veo tu sonrisa, mi único consuelo,

tu recuerdo, mi más preciado rol.

¿Cómo olvidar tu risa, si aún vive

en cada latido de mi herido pecho?

Es la flor que nunca se marchita,

el amor que en mi corazón acecho.

En mis sueños, aún te encuentro,

con tu risa, mi alegría robada,

eres mi hijo, mi eterno centro,

y tu sonrisa, mi alma renovada.

Autor: Ángel R. Anaya Puerta

El Ángel de los sueños

Todos los derechos reservados a su autor

Código de registro 9202284- G03006