Llorando por amor

Fue un titilante amor
muerto ya cuando nacía.
Y así se lo hice saber
a aquella hermosa mujer
a la que apenas conocía.
Luego pasaron los días
y se hizo grande aquél querer.
Porque sus besos llevaban
El aroma de la ambrosía
y el dulce sabor de la miel.
Pero al fin llegó ese día
en que puse el dolor a sus piés.
Diciéndole que me iba
para nunca más volver.
Tú llorabas yo lloré.
Tú me suplicabas y me pedías
que yo no fuera tan cruel.
Que sin mí te morirías.
Pero yo fui duro como la piedra
y tragándome mi dolor
te dije de madrugada
que te quedaras con Diós.
Y tomándo incierto camino
ví cómo la luna lloraba.
Y cómo una estrella que corría
con una estela de sombras
al mundo oscurecía.
Luego pasaron los años
y cada uno se llevó un pedazo
de mi enfermo corazón.
Y cuando a la postre yo quiero
recordar aquéllos besos
y aquellas caricias de flor,
la respiración se me corta
y no encuentro nuestro amor.