Caer en la cuantiosa suma de adjetivos
que de tanto en tanto propicia el desencuentro,
que a una suma de palabras..el sustantivo
que a una resta de vivencias...los inviernos,
y es de acres la milicia de un paciente
hechizo aledáno pérfido y sin rimas
que parece la razón, absurda y obsecuente
que me roba hasta minutos...vierte ignominias.
Por eso el debate, el interno y el silencio
la marca precisa, de un plomo en mi levante,
quien atraviese estos muros, será de puro intento
ver lo que en presente refleje lo de antes,
tal vez la vérsatil pasión de algún humano
traspase la armadura, caída y sin aliento,
pues busca en sus retazos, extiéndeme tu mano,
que aún en la vigilia, pernocta en testamentos,
que no pago en anticipos la urgencia indebida
que no saco créditos de futuras transacciones,
que no quiero morir sin verme en tu vida
que no quiero la vida sin morir en tus mociones,
que tarde se hace el día, que noche la mañana
que flor cuestiona lazos, que nudos atraviesa,
que rara sensación, penetra en mis ganas
cuan ávido siniestro, de sienes y purezas,
que triste depresión, altiva y manifiesta
que octubre impreciso, que dudas, que agonía!
que me van a hablar de culpas, si ellas me infestan
en cada pulsación, en cada letanía,
y caer en la cuantiosa suma de adjetivos
pulsar el magneto de la horda en su secuencia,
mirar, investigar, tranzar que sin latidos
ya nada es posible, me rodean sus ausencias!