Zozobra que alude el sentido profano de la inocencia simple reposada en mi mente, entre nubes de llanto persuado el delirio que ensimismado trata de ocultarme una realidad insoportable pero cierta, ante los ojos del pasivo espectador la careta declama un verso de calma, mostrando una muy agradable faceta, pero dentro de mi esencia, es bien sabido que esto no solo me inquieta, me irrita e impacienta, si no que aplaca el matiz infinito que calco del mundo, aquel mundo lleno de vida, lleno de grandeza. Mueren mil ganas de volar y viajar a otras formas lejanas, pero aguarda..., no es nacesario...
Puedo resarcir mi influenciable interior reafirmando mis convicciones frente al frágil barullo de la gente y sus inútiles promesas pues aunque rocen mi ingenuo entendimiento no lograran destruir la barrera de lecciones que aprendí de mis errores. Nunca incurriré de nuevo en aquellas falencias, por que detesto sentir rechazo a las cosas externas, solo espero que el miedo experimentado sirva de base para inspirar un camino nuevo y un futuro prometedor...