Lluvia de nostalgias y liturgias.

El tiempo suele ser tu aliado majestuoso
y ese agobiante sin sabor que aún apañas
vestida de coraje te desnudas en los ojos
brillos que se apagan a sabiendas que te engañas,
y es el círculo que tiendes a tu vida
rueda mágica que en defensas te repliega
aún sabiendo que volverás a mi guarida
cuando la rutina te hunda en las tinieblas,
porque sabes que todo en definitiva
nos allana, nos une y nos separa,
bendita mujer! artesana en las huídas
signo que la noche parece nos ampara.
El tiempo pasa y mientras tanto
la curva del destino nos hace imprescindibles,
huye ahora! que mañana estará intacto
el amor que no te deja creer en lo tangible,
y aquí estoy, entre parábolas redundantes
para decirte que el mundo apenas es condena
liturgias que se mueven y caen en un instante
cosidas con retazos y aromas a azucenas,
sitiada entre muros y rejas asesinas
te dejas envolver presa del sistema
no entiendes que el amor es aire de glicinas!
no entiendes que sin mi morirás entre las penas!
Porque tu alma tengo asida a mi osamenta
huesos que no pueden vivir sin tus caricias.
Tiempo que recorre callado la tormenta
lluvia de nostalgias que casi se deslizan!