Muero...en la represión elemental, transitoria,
enajenada.
En ese segundo en que el sueño me derrite,
sin huir de la pelea, con mis manos
y mis nadas, con el orgullo intacto,
con todo aquellos que me diste.
Destilar las lágrimas, que hoy
me supuran embebidas,
en cada rasgo de mi ser partidario,
ufanar pancartas, de tanto en tanto,
y por mi vida....
juro que el dolor, es de culpa y necesario!
Muero...en la vigilancia de mis captores,
ajenos militantes de una guerra
con ideas,
valoro disciplinas..conjugo los errores...
velo por las almas
que partieron sin secuelas.
En cada despertar, de hoy en adelante,
en el sínodo afable, de una muesca perecedera,
en mi mundo pendular, el de hoy, el de antes,
en esta sangrante soledad, que no verá otra primavera.
Pero al fin y al cabo, como humano equidistante,
me someto al prejuicio de la verdad, por mas que duela,
pues diera un minuto de vivir esos instantes
a esta eternidad...que hoy necesita que muera.