“Lo incomparable y maravilloso de ser madre”

“Lo incomparable y maravilloso de ser madre”

Después de haber vivido casi 40 años en el extranjero, a mi país de origen regrese

En el trayecto que iba volando en ese avión con recuerdos  de mi niñez, juventud y adolescencia el cielo atravesé

Madre es difícil de creer como ha pasado el tiempo y me ha dejado sumergido en el recuerdo

De tu amor, cuidado, cariño, al observar las páginas que he escrito  en el libro de mi vida de ti me acuerdo

 Cuando lleguea la que fue nuestra casa me dio nostalgia,  ver que no era el mismo hogar donde jugué, crecí, corrí y nací

Al mirar que ese lugar lo compro alguien para poner un negocio se me humedecieron mis ojos y enmudecí.

Madrerecuerdo  que me sentía seguro, protegido, cuidado en tus brazos y con tu presencia

Mi temor angustia e inseguridad,  se desvanecía estando contigo desde mi niñez hasta mi adolescencia

Cuando sentía hambre y buscaba que comer y no encontraba alimento

Te pedía a ti, yo sabía que tú ibas a buscarme comida en ese momento

 Me protegías de las inclemencias del tiempo, cuando sentía frio tenía una cobija limpia y adecuada

En ese hogar pobre y humilde siempre fui feliz aunque nunca supe que era dormir en una cama acolchonada.

Cuando mis zapatos se rompían por no cuidarlos de la manera adecuada y de tanto caminar

Yo tenía la plena seguridad que aunque no tuvieras dinero un par de zapatos nuevos tú me ibas a comprar

Algunos pantalones gastados por el uso, recuerdo que tenían parches pero siempre estaban limpios y planchados

Mis camisas nunca estaban sin botones siempre iba a la escuela bien abrochado

En la vecindad me convertí en el número uno en travesuras y desobediencia

Y tú tuviste que cargar con ese martirio toda mi niñez, juventud y adolescencia.

Madre tú me corregiste con disciplina, cariño, amor, y tu castigo fue para  convertirme en un hombre de bien con mucha paciencia

No sé qué hubiera sido de mi vida  si no hubiera recibido esa terapia de masajes en mi adolescencia

Nunca recibiste un curso intensivo decómo ser un quiropráctico o de psicología porque no aprendiste a leer y a escribir

Pero tú “mano logia” para mí fue la mejor educación que pude recibir

Madre yo siempre trate de inventar tácticas, trucos y trampas para ofrecerte escusas por mis malas calificaciones

Porque sabía muy bien que no te podía engañar y por varios días tenía que soportar tus quejas, reproches y sermones.

Recuerdo que aunque el día estuviera lluvioso, con truenos, con frio nunca te reportabas enferma y agarrabas vacaciones

A nosotros nos interesaba comer, vestir bien, no enfermarnos y no nos interesaba saber cuál era tu situación ni tus explicaciones

 Madre realizar este viaje fue para mí  como revivir los recuerdos olvidados

Hoy que me he convertido en adulto y tengo mis propios hijos puedo comprender tu amor y tu cuidado al estar a tu lado

La tiranía del tiempo se ha dedicado sin misericordia en eliminar tu juventud y fortaleza

Pero el amor de Dios que nos has enseñado no tiene tiempo, limite ni espacio lo has dejado escrito en mi alma esa es tu belleza.

Al observar tu rostro lleno de arugas veo que representan tus desvelos, tu sacrificio, tus esfuerzos y dedicación

La vejez cambiara tu aspecto exterior pero nunca tus sentimientos y la grandeza de tu corazón

Madre cuando vengo a verte a este hospital en esa silla de ruedas,  siempre sola; sin fuerzas, casi no puedes ver, ni caminar

Ya desapareció tu dentadura y como que fueras un niño en las noches te tengo que alimentar

Madre aunque no te puedas cambiar tu ropa y te tengan que bañar como a un niño

“Lo que se siembra se cosecha” por habernos dado amor, recibirás amor y cariño.

Madre le doy gracias al creador del universo porque tú me has dado todo a cambio de nada, nunca recibiste una gratificación

Madre tu incomparable amor de entrega y sacrificio nunca tendrá comparación

Madre en estas palabras quiero expresarte mi agradecimiento, sé que algún día tú tendrás que partir

Pero por fe y esperanza sé que un día no muy lejano cuando venga nuestro señor Jesucristo en el reino de los cielos nos vamos a reunir

Ricardo J. Canales