En el oscuro origen de esta relación,
prela un color ocre,
que tiñe de luto el sonar de las campanas
y soplo con mi llanto un lamento frío
que invita a caminar en la noche
sobre huesos rotos y un cigarrillo compartío,
amarga situación, mi lamento se hace eco en mi pecho,
domino la impotencia, y en un ramo de olivo
cuelgo mi espada y la mirada;
discurso con mal aliento,
relato ante la noche,
por el solo hecho de que un angel
me tomara de la mano, he pedido perdón,
perdón por todas esas olas que no volcaron
en la orilla,
que no acompañaron la playa,
que no pudieron ver la luz,
y se perdieron en el vientre desconocido
de la que fue mujer;
no quiero ni pensar,no puedo volver atras;
ni dejar de contar estrellas
porque ninguna, ninguna de ellas
acompañó mi desición,
cuando borraba la mano amiga
en mi ambigua tribulación.