La indomable criatura de mi sueño
aun duerme placida en una botella,
por caída leve estallará cual centella,
entonces se hallará libre, ya sin dueño.
El fluido rojo de la vida a mi ensueño
dará una realidad mucha mas bellas,
con palabras y pensamientos sin querellas,
ahí; tinta y papel sabrán mi empeño.
Aquél día la pluma sabrá, quien soy yo
y me obedecerá haciendo mi ensayo,
cuando de lo alto aterrizo lleno de idea,
envida; tal vez nuevamente me acarrea.
Mi nombre volará por mundo cual saeta
a pulmones llenos diré; Noceda eres poeta.
Alcibíades Noceda Medina