Levantemos los brazos,
movamos los pies,
que este día nos llama
para empezar al revés.
Desayunamos de noche,
y luego cenamos
y de nuevo en la plaza nos encontramos,
y cuando amanece
volvemos a casa
a preparar una leche
con mermelada y tostadas.
y de esa manera trascurre el día
con juegos y risas
y mucha algarabía.
Estamos felices, reímos los dos,
y no imaginamos
lo que paso.
Importa el momento
valioso y sagrado
y estando juntos,los dos remontamos.
Y se acaba este verso
que no dice nada
pero como todo
purifica el alma.
despeja, sosiega y calma.