Sé de fogata real

Nada quiero con lágrima ni ruego,
supe esperar; y consigo sin queja,
a veces; lo que el mas pudiente deja.
Sé de fogata; el verdadero fuego.
Caminé por sendero duro e incierto,
sortee vallas en mis labores diarios.
Los reclamos de hoy son secundarios,
conseguí todo en medio del desierto.
Valoré la juventud desde sus albores,
tuve a quién regalar lindas flores.
Siempre traté de amar sin ligadura,
el valor de la persona considero
que es lo primero. Con real esmero
y placer ahora vivo mi edad madura.
Autor: Alcibíades Noceda Medina