Él.
¡Pan! ¡Pan! Ábreme tus puertas Satanás
Mi alma es tuya, a vos la entrego
Llévala contigo, quémala en tu fuego
Así, acabarán los males y mis penas.
Diablo.
¡Oh! Raro es, que alguien su alma ofrezca
¿Cuál es la causa que esto provoca?
¿En que ha pecado tu alma loca? ¡Cuenta! Ábreme tu corazón, hábleme tu boca.
Él.
Mi alma está enamorada de una diosa divina
Del encanto que de ella aflora
De sus besos y su dulzura
Todo de ella me enloquece y fascina
Diablo.
¿Por eso deseas té de castigo, tanto dolor?
¿Esa es la causa que esto té motiva?
Por que piensas perdiste su amor ¡No! No quiero castigar tu alma, ni dejarla aquí cautiva.
Él.
¿Desde cuando el diablo pone reparo, siente pudor?
Si supieras por mucho castigo me des, bien lo mitigo
Nunca será mayor que el que llevo conmigo
Al no percibir el aroma de la mas linda flor. Diablo.
Amigo, tienes alma y corazón de enamorado
¿Quieres quedar aquí cautivo, en mis fuegos abrasado?
¡No! ¡No! yo te rechazo, tu no has pecado
Aquí solo admito, al mentiroso, envidioso y al malvado.
Él.
Dame tu castigo, no ves de amor muero
Acógeme, no rechaces el alma que te ofrezco
En ella va el amor más puro y loco
Si la abrasas en tu fuego me das alivio. ¡No ves que morir quiero!
Diablo.
¡Oh loco enamorado! Tiende tus alas y toma vuelo
No te doy amparo, tu alma rechazo, parte y no llores
Ve en busca de tu amada y tendrás sus flores
Y, los dos volareis al mismo cielo.
Mangel