Parece mentira que pudiera confiar en ti,mi alegría y mi desgracia para ver este final. Marilia Casares
Ya no tiene humor con que arrancarme las risas.Ni una pirueta!,ni un chiste!,nada! como dirìa Hamlet.Tambien tengo culpa;ahora mi palabra es un torpe argumento para resolverle la tristeza.
Entonces todo entre nosotros empieza a decaer:
Los encuentros no se dan;
las llamadas no se hacen;
las cartas no se entregan(o no se escriben)
Pero aun no tengo tiempo para entender que el amor por estos días no es una esperanza,ni un diálogo de miradas, ni un sueño para no despertar, igual que sucedio entre los dos.
Y me echo a llorar silenciosa;
empuñando las manos;
escuchando otro tango.Perdiendo casi toda mi entereza ante su olvido, porque por él estoy a un paso de repetir con Juana de Ibarbourou: ya no me importa nada, nada , nada ...nada!, pero pienso mientras me tomo un trago más de vino:tonterías!,no lo voy a dar!.