Demasiado sujeto a ese medio de intercambio anda,
tenía seis monedas que mientras veía el fútbol
gastó en cervezas,
al menos pudo administrarlo
hasta que llegó la noche,
luego los demás se iban a comer algo en algún lugar,
le dijeron que fuese con ellos
que el dinero no importa,
él agradeció el gesto pero no quiere limosnas,
vive en unas circunstancias diferentes,
es simple,
y un tonto orgullo tira de él.
Vuelve a casa caminando solo,
pensando en que coño se haría ahora de cenar
y en por qué razón se le ha negado la pasta en el bolsillo,
no el dinero en sí,
sino la capacidad que le da de hacer lo que le dé la gana.
Estaba furioso y había gastado su último cigarro,
fue a la nevera y de lo poco que había
nada le parecía apetecible,
decidió no cenar,
son ese tipo de estúpidas decisiones que se toman cabreado.
Su viejo llegó,le dio algo de tabaco
y se marchó,
él se fue a su cama,
se puso el pijama,
encendió la tele
y se quedó viendo una película mala,
aburrido y enfadado con el mundo
decidió escribir,
hoy no era el día de ese tipo,
me gustaría poder decir que ese tipo no soy yo. . .