Y volvió a las andadas,
Cenicienta sin zapato, volvió a las andadas,
y él... hombre al fin,
se rinde de nuevo
porque ella es mujer.
Se hablan en clave,
creyendo que nadie
descubre su "coqueteo".
Y sin lugar a "dudas",
la princesa se regala,
al hombre que ella,
quisiera que la amara.
Pobre princesa
de cuentos de nada,
al correr del tiempo,
quedará enroscada,
y sin zapato en la escalinata.
Y él coquetea,
le hace creer,
y otra vez en el ruedo
vuelven a caer.
Pobre princesa
de cuentos de nada,
quiere ser la luz
que ilumina su mirada.
Él hace su juego,
le hace creer,
y ella sin zapato
se puede caer.
Pobre princesa
de cuentos de nada,
él le hace creer
que hay un antes y un después.
Y seguro así es...
lo que ella no sabe,
que él... es "un hombre",
simplemente un hombre,
que la deja creer.