La melodía que ha mis oídos llega
cuando atenta estoy en el bosque;
la reflexión me ayuda a meditar que
mientras haya verdes, rios, aves y toda
criatura viviendo en su habitat; en mi
interior podré conservar la alegría de
saber que todavía existe vida. Mientras
el cielo mantenga su color celeste claro
y el aire que se respira es puro y sano;
Seré feliz, porque aún se puede seguir
soñando; a pesar del intento del hombre
al querer destruir todo a su paso, por la
avaricia, la naturaleza aún sigue con vida
y sus sonidos tranquilizan mi alma.
Escuchar el canto del ruiseñor, oir el
murmullo del rio, el alboroto del viento
moviendo las hojas de los árboles y pinos,
el crujir de las ramas cuando los ciervos
pasan, el aullido de los lobos llamando
a su manada y ver brillar los ojos del puma
que desde algún cerro rocoso observa; mi
corazón sentirá la dicha de saber, que aún
el hombre no ha exterminado con su odio,
las bellezas naturales del planeta.
Lina
Lagodecristalesazules
16/05/2017
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Tú lo has dicho todo estimada Lina, por lo que solo comento que al final ricos y pobres, todos, se verán en el cementerio. Me ha gustado tu poema.Triple abrazo.