PARA DON ANDRÉS ELOY BLANCO
Yo como tú, también, he renunciado
al loco amor que juventud dictaba,
porque después de mucho he comprobado
que ella nunca me amó como la amaba.
Porque después de mucho he comprendido,
que el tiempo como el agua de los ríos
se lleva los recuerdos al olvido
con el amargo adiós de los navíos .
Y como tú también he descubierto
que, siempre, a cada instante renunciamos ,
con inmensa nostalgia a lo que fuimos ,
como el aroma en el manojo muerto,
el trino volandero entre los ramos
o el amor vehemente en que creímos.