Asoman con timidez asombrosa,
entre verdes que anuncian primavera,
los primeros pimpollos de mis rosas,
prometiendo una vista placentera.
Se regocijan las aves pequeñas,
por sus escondites volver a encontrar,
y muy orondas se sienten las dueñas,
de hojas y ramas, de todo el lugar.
Aparecen de formas misteriosas,
con temor de posarse en una flor,
de brillantes colores mariposas,
con su belleza, provocando estupor.
Despertemos también la primavera,
que aletargó el frío, en nuestro interior
® Susana Valenzuela
20-09-09