Perdón pido por mi ausencia,
No es casual si no obligada,
Mi bendita dolencia,
Me postra en mi cama,
Pero al entrar en Rincón,
Mi alma descansa.
Poetas queridos,
Petizas amadas,
Sostengan las plumas en alto,
No vacíen sus páginas,
Que hay corazones rotos,
Que se curan con palabras.
Hoy venzo un nuevo día,
Y con orgullo retomo,
Aquello que es mi vida,
Escribir poesía,
Buena o mala en su rima,
Pero sincera y querida.
Y a todos digo gracias,
Por valorar la palabra,
El poder que esta tiene,
Por si solo habla,
Ya que lo que se escribe,
Ni el tiempo podrá borrarla.