Sigo esperando el mar abierto
la luna nublada, la noche en silencio,
la tarde estrellada sin paz y sin tiempo,
como lo lamento, te encuentro tan lejos
como el sueño eterno de noches de viento.
Vuelo a tu verano que se muere lento,
como las palabras sin voz y sin tiempo,
como es que te explico que te llevo dentro
de todas mis huellas, de mis pensamientos.
Y miro la luna con su brillo intenso
y su luz me asusta porque no te tengo.
Dejame escribirte en la paz de un verso,
dejame llevarte en el día inquieto,
ya no me limites, abreme tu cuerpo
y si en el mañana el amor eterno amanece muerto:
cerrare mis ojos y podré marcharme a través del tiempo.
Reyna Myrna
02/10/09